“Este fin de semana varios enfermos se nos murieron en la banqueta, en este lugar que nunca estuvo equipado para pacientes graves”, afirmó personal de salud en el Centinela.Como un irónico premio a su corrupción y a su pésima gestión ante la pandemia de Covid-19, que ya cobró la vida de casi 4 mil potosinos y el colapso del hospital Centinela de la Fenapo y de otros hospitales públicos, el gobernador Juan Manuel Carreras ordenó a la secretaria de salud, Mónica Rangel renunciar a su cargo y buscar la candidatura de Morena a la gubernatura del Estado.Justo en el último día en que Mónica Rangel renunció a su cargo para ayudarle al gobernador a mantener el control del Estado y cuidarle la espalda por la corrupción desbordada de su sexenio, el hospital Centinela ubicado en la Fenapo colapsaba y negaba la atención a decenas de pacientes con Covid-19 que, a falta de tanques de oxígeno, buscaban ayuda en dicho sitio.No es exageración sino un testimonio fidedigno de personal de salud asignados allí que varias personas con Covid-19 murieron este fin de semana en la banqueta de la Fenapo, mientras intentaban ingresarlos a un “hospital” de catres y sin personal médico suficiente que nunca tuvo la capacidad real de atender pacientes con COvid-19.Mientras que el sábado, varios contagiados con la saturación de oxígeno muy baja morían fuera del Centinela, el viernes, Mónica Rangel le mentía a los potosinos afirmando en su rueda de prensa que dicho puesto de salud estaba a un 21 por ciento de ocupación, lo cual fue desmentido por el propio personal del lugar, quienes afirmaban que nunca hubo más de 6 médicos y enfermeras para atender hasta 50 pacientes, algunos en condición estable pero que requerían oxigenación y otros en estado crítico que ya no fueron aceptados en hospitales del Estado o federales. Ajena a este sufrimiento, a la gravedad de la situación, Mónica Rangel Martínez abandona el barco y no fueron las graves acusaciones en su contra por desviar más de 100 millones del presupuesto de salud al defraudador Gabriel Salazar, ni los millonarios contratos a empresas fantasma que autorizó lo que la hizo renunciar a su cargo, sino su aspiración a continuar corrompiéndose ahora desde un partido diferente.